El Sr Feijo arriba a Madrid con enormes deseos de mandar.
¿Porqué?
Porque puede. Su estancia en Galicia a la sombra del pamgallegismo* es lo que tiene.
Viene inherente con el cargo de presidente de la Xunta y presidente del P.P. El primus inter pares entre los barones del PP. Mandar en voz baja, sin estridencias, más bien como dar tu opinión es la forma de hacerlo en su tierra.
El hace lo que vio hacer y funciona.
Don Alberto milita en el nacionalismo del bajo nivel de ruido, el que de verdad funciona y consolida, el que no sale en las noticias y si en las comidas de las tierras gallegas, el que enamora a la diáspora y te da cuatro mayorías absolutas sin despeinarte.
Pero estas gafas que trae de Galicia, distorsionan el medio cuando llegas a Madrid. No ha sido elegido y ya ha tenido que decir que él no tiene nada que ver con el problema, (los pactos de Castilla y León entre PP y Vox,)
En Madrid no le interpretan gallegos, sino ciudadanos de múltiples nacionalidades y procedencias y se va a tener que imponer la claridad o le cogerá el problema antes de ser nombrado presidente del PP.
El problema que se ciñe actualmente sobre el PP es naturalizar a Vox y que la ciudadanía interiorice que está al mismo nivel que el PP, pero más autentico, familiar, patriota y autoritario; vamos, el original convirtiendo a los flojos del PP en meras comparsas.
De nada servirá en Madrid su pangallegismo llegado el momento en que Vox supere al PP en alguna ciudad relevante o autonomía y la lista más votada sea de izquierdas y en justa reciprocidad Vox les exija que el PP les apoye explícitamente.
Oirán las trompetas de Jericó sonar y verán con espanto como las murallas que les han mantenido a salvo, se desploman y dejaran de ser centro derecha para convertirse en ultra derecha y no todos sus simpatizantes estarán por la labor.
Esto no es adivinación, es solo leer los periódicos. Dos ejemplos en Europa: Italia y Alemania.
En Italia, el coqueteo ha dado la hegemonía en la derecha, a La Liga y Hermanos de Italia, y ninguno es centro derecha.
En Alemania Doña Ángela frenó en seco el coqueteo en Turingia, pidió la dimisión de los que no estuvieron a la altura y todo quedo en su sitio. Perdimos el hoy, parta ganar el mañana.
En Madrid no le va a servir "el ya ve usted, aquí andamos", cuando le pregunten ¿sube o baja? y el personal tenga que adivinar si lleva las manos mojadas porque baja del servicio y si las lleva secas porque sube.
Hágaselo mirar Don Alberto. En este debate, la izquierda solo invita a beber y da tabaco si está en la sala y si no, se marcha en silencio, para no perder dignidad, que los extremismos son malos tanto de derechas como de izquierdas.
*Pangalleguismo (en gallego pangaleguismo) es el pensamiento a favor de la unión de los gallegos con independencia de su residencia o no en Galicia