jueves, 18 de noviembre de 2010

Jueves contra la violencia de genero

Las Naciones Unidas en 1999, a propuesta de la República Dominicana y con el apoyo de 60 países más, aprobó declarar el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
En el estado Español la ley que trata de erradicar la violencia de genero, es del 28 de diciembre de 2004.
Han pasado 7 años.
El balance no es positivo.
En las estadísticas sigue habiendo demasiadas victimas. Hay bastantes cosas que han funcionado, otras no. Se ha conseguido visualizar este problema, ponerle caras, nombres y apellidos.
Esto sin duda ha sido un gran paso adelante.
La violencia intrafamiliar ha dejado de estar en la clandestinidad, pero ahora la pregunta es ¿porque no somos capaces de  que funcione mejor?
Todo el mundo no esta de acuerdo en la criminalización que esta ley hace del hombre y sus derechos, ni todo el mundo tiene una visión maniquea del tema.
Ni todos los hombres somos unos energúmenos, que resolvemos los problemas a bofetadas, ni todas las mujeres son seres angelicales.
El disenso existe, medio centenar de asociaciones en defensa de la custodia compartida de toda España, remitieron sendas cartas a las distintas instituciones europeas para denunciar que la ley integral contra la Violencia de Género, quebranta de forma indirecta los derechos de igualdad y presunción de inocencia.
¿A su juicio como quebranta derechos fundamentales?
Reclama que una denuncia por malos tratos no implique, sino esta probada y sancionada por un juez, la negación de la custodia compartida, además de otras prevenciones que recoge esta ley.
En una palabra, esta ley no pone en pie de igualdad a las dos partes.
Se que no es políticamente correcto decir y menos escribir según que cosas, pero las cosas son como son y no, como queremos que sean.
Se sabe y todo el mundo conoce a alguien que se ha divorciado y el litigio producido por este hecho ha dejado un reguero de consecuencias muchas veces indeseables.
Mujeres que sufrieron, porque su compañero no entendía que la relación se había acabado y debía empezar una nueva vida.
Hombres asustados, incapaces de rehacer relaciones de amistad, después de tantos años de tener una vida organizada, en la calle sin recursos y solos, criminalizados por todos.
La sociedad esta cambiando y muchos hombres nos sentimos aliviados de que el patriarcado desaparezca y todas las actitudes que conlleva, en la nueva sociedad las dos partes tienen los mismos derechos y las mismas obligaciones y deben ser tratados como tal.
No podremos erradicar mediante una ley que los ciudadanos asociales y carentes de empatía, ejerzan la violencia contra todo lo que se mueve, que necesitan estar rodeados de gente sumisa y complaciente para sentirse realizados, que desconocen la diferencia entre ser hombres y ser machos.
Lo que si podemos evitar como colectividad, es que una ley convierta a ciudadanos normales, en seres solos  y asustados, que terminan convirtiéndose en asociales y violentos.
Quizá una de las soluciones no previstas, sea al asistencia no solo jurídica sino también social a estos hombres en estos trances tan difíciles, proveerles de techo, compresión y compañía que les ayude a interiorizar la situación y les muestre que la vida sigue y se puede volver a ser feliz sin caer en la desesperanza y el olvido de la sociedad.
 

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