Llevamos unos días agitados, es un no parar, un sin vivir, entre unas
cosas y otras la actualidad informativa nos supera.
Entre tanto acontecimiento histórico es posible que un pleno en un
pequeño pueblo de la costa Dorada pase desapercibido, para nosotros los Torrencs -Torredembarrenses-
no deja de ser importante.
No referenciaré todos los puntos que se trataron en este pleno; muchos
son mecánicos y carentes de interés. Haré
referencia al tercero, moción de A.B.G. para colgar de forma permanente una bandera Estelada en el
Ayuntamiento.
Volvemos, como no podía ser de otra manera, a usar términos absolutos en la convivencia: Todos,
nunca, siempre, jamás, totalmente de acuerdo, etc...
No se trata de estar a favor o en contra, se trata de sensibilidad. En
política términos como todos los Catalanes etc... no se pueden usar y menos
actuar en función de ellos, pues nunca obedecen a la verdad y terminan siendo
muros infranqueables, que no se pueden derribar.
También entrañan riesgos, que en el futuro pueden ser de difícil
digestión, pues el cambio de mayorías en un Ayuntamiento, puede dar lugar al
cambio de banderas y algunas pueden resultar molestas para quien hoy legitimó
que se izaran banderas no sometidas a la fiscalización de la mayoría.
Normalmente las banderas se suelen utilizar para identificar a un
grupo de personas y colgadas en un Ayuntamiento, ni que decir tiene.
No disquisicionaré aquí un
tratado riguroso sobre vexilología, pero está claro que no todos los ciudadanos
de Torredembarra están dispuestos a seguir la Estelada e ignoro si la mayoría,
pero la mayoría del pleno Si. No hay más que hablar.
En el punto cuarto se debatió la moción presentada por E.R.C., dando
apoyo a la consulta y el sentir expresado en su apoyo por el pleno fue casi
unánime, si descartamos las abstenciones -quien calla otorga- solo el P.P. voto
en contra.
En el punto siete se aprobaron las cuentas de 2013, casi todos estaban
en desacuerdo con las mismas, pues no eran ellos los responsables de su
ejecución, pero son las que son y deben ser aprobadas para que las cosas sigan
su curso.
En el punto ocho el pleno aprobó el proyecto inicial de adecuación y
mejora del alumbrado público, que buena falta nos hace.
En el punto nueve se dejo sin efecto el encargo a Sorea de la redacción
del proyecto del Torrente Surbanyoles, (quise entender)
según explicó el Alcalde por imperativo legal. Aunque, sino me falla la memoria,
ya constaba en algún plan parcial -PP4d Sinia de Cabeces pag. 80-.
Nos ausentamos del pleno en el receso y no podemos referir fielmente
lo ocurrido después.
Todos los regidores se ciñeron
al guión, el Alcalde aseado en la dirección y con tablas, los portavoces nuevos
y antiguos en su papel.
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