Y ahora, ¿Cómo gobernamos?.
Hoy, 17 de Diciembre, y a 4 días de unas elecciones que
abren las ventanas de la política, la gran incógnita es:
¿Qué coaliciones se formarán para gobernar?
Los partidos emergentes guardan celosamente sus intenciones.
Desvelarlas supondría perder posiciones y es lo menos adecuado en este momento.
Los partidos consolidados no dejan de sacar una y otra vez
este tema. Saben que, cuanto más den la sensación de que se producirá un
acuerdo, el efecto original y copia, funcionará y ellos crecerán con el menor
esfuerzo.
La realidad de las votaciones pondrá a cada uno en su sitio,
pero lo deseable sería que ninguno de los partidos consolidados, encabezara el
nuevo gobierno.
¿Porqué?:
.- Por higiene democrática, -la mujer del Cesar además de
ser honrada debe de parecerlo-
Para poder limpiar la corrupción sin ninguno de
los protagonistas en puestos de mando.
.- Para que mucha gente que lleva muchos años en política
pase una temporada en el rincón de pensar.
.- Para afrontar los retos que conlleva una nueva forma de
hacer las cosas. Viejas estructuras que desaparecen sin que haya excesivas
reticencias.
¿Y cómo ponerse de acuerdo?
Siempre hay un mínimo común denominador, por el cual las
partes que negocien encontrarán, -si lo desean- la forma de ponerse de acuerdo en
base a sus programas.
Los ciudadanos entenderemos mal que la nueva forma de hacer
política paralice las reformas pendientes.
Nadie en este país pide una revolución, pero si una
evolución decidida, que traiga consigo reformas que son inaplazables: ley electoral, desaparición de
diputaciones y organismos no elegidos por los ciudadanos, independencia real de
la justicia,cuestión Catalana y todas aquellas ineficacias y duplicidades que cuestan muy caras y
restan recursos a lo verdaderamente importante.
Como punto a discrepar solo nos quedaría la figura del
presidente de gobierno.
¿Quién?
Si no hay consenso, a la Italiana. Un tecnócrata de
transición y aquí paz y después gloria.
Feliz navidad a todos, a todas y a los no definidos.