jueves, 28 de abril de 2016

Silencios

El silencio es la ausencia total de sonido, y sin embargo, no significa que no haya comunicación.
En política los silencios son importantes, sobre todo si pasamos de la brocha gorda al pincel.
"Cuando mis adversarios me juzgan, el silencio de mis compañeros me condena"
El silencio mostrado por sectores importantes, en algunos partidos políticos, es sintomático de cómo van las cosas.
El silencio espeso y acusador que se está produciendo en Podemos, es un síntoma inequívoco de que no todo el mundo en esta organización ve las cosas de la misma manera.
Llegarán los reproches y los que hoy callan para no convertirse en adversarios, mañana, -si la apuesta se pierde- gritarán alto y claro. Nadie se baña dos veces en el mismo río.
En el P.P. no van mucho mejor las cosas. Amplios sectores callan fiando su apuesta de silencio a no se sabe muy bien qué.
No quieren o no pueden comprar un traje nuevo. Tampoco saben remendar el que tienen y los agujeros que les dejo la realidad hay siguen: clericalismo, privilegios, amiguetes, corrupción y gente muy gastada en  los puestos de mando.
Volver a ganar el P.P. no significará en ningún caso obtener la mayoría absoluta, y lo que ahora no pudo ser, mañana será una realidad.
Ciudadanos o Podemos decidirán quién configura gobierno.
El P.S.O.E. no es un partido de silencios, más bien todo lo contrario: brocha gorda y ruido, que no significa comunicación.
Puede que Pedro Sánchez no sea el mejor candidato, pero es el que hay y mucha gente debería guardar silencio para no perjudicarse a sí mismo y a todos sus compañeros. Qué no se confunda nadie, lo que funciona en Sevilla no funciona en el norte y para obtener buenos resultados hay que ser un poco de todos los sitios y empatizar con mucha gente.
Ciudadanos es el único que maneja la orquesta con soltura, ora ruido, ora silencio. Está consiguiendo que mucha gente lo identifique con lo útil, lo práctico, lo que se parece al ciudadano normal, cuando negocia con su jefe, con su mujer o con sus hijos a qué hora deben de volver. Este aire de cotidianidad, es lo que lo situará en posiciones de ventaja.
Estas próximas elecciones tendremos suerte. La hemeroteca es cruel y mucha gente que se pasea por los medios de comunicación, optará por ser el dueño de sus silencios y no rehén de sus palabras.

domingo, 7 de febrero de 2016

Billar francés a tres bandas.


En esta modalidad  de billar, la bola jugadora a de tocar tres bandas antes de completar la carambola.
En la adolescencia de la mayoría de los hombres de mi generación, existe una sala de billar. En ellas, empezamos a ver el mundo de una manera distinta al hogar familiar.
En la que yo aprendí a jugar -nunca bien- obraba como maestro de ceremonias un hombre mayor -entre 25 y 30 años- con barba negra y poblada, de andares pausados, que siempre cuando jugaba indicaba antes que harían las bolas.
Le gustaba jugar con la bola blanca que tenía el puntito negro. Era el único que se atrevía a realizar carambolas a tres bandas. Los demás, principiantes que crearíamos ser maestros consumados, jugábamos la versión libre.
De vez en cuando, accedía a jugar con alguno y siempre exigía que comenzáramos nosotros. El prefacio era siempre el mismo: "si no estás seguro de hacer la carambola, asegúrate de no quedarte".
Evidentemente, nosotros, arrogantes y soberbios, nunca teníamos en cuenta sus consejos y solo jugábamos una vez, el resto era mirar cómo se hacían 15 carambolas seguidas y recibir una palmadita en el hombro con la frase: "no te desanimes, la próxima vez lo harás mejor".
La política española en estos momentos, es billar francés a tres bandas. Para completar la carambola de un gobierno del PSOE, la bola tiene que tocar obligatoriamente la banda del PP, la banda vasca y la catalana, sino la carambola no saldrá.
Además de esto, no podemos quedarnos. Si nos quedamos y obligamos al electorado a votar de nuevo, las secuelas pueden ser catastróficas, por ejemplo:
1º.-Con los mismos resultados,  la coalición Podemos - Unidad Popular sumaría un millón de votos más y la asignación de diputados no sería la misma.
2º.-El candidato del PP no será Mariano Rajoy. La renovación de estructuras y caras en el centro derecha, los posicionará de forma diferente.
3º.-Con un crecimiento del PP, Ciudadanos estará acorralado para pactar.
4º.-Con un crecimiento significativo de Podemos, tendrán el botón de arranque de la izquierda en este país, arrinconando al PSOE a las funciones de gavillero.
El próximo gobierno tiene que tener suficientes complicidades y votos para cambiar la ley electoral, solucionar el problema territorial, consolidar la recuperación y amortiguar los recortes. Si esto no sucede, no saldrá la carambola y nos quedaremos en diferido, aunque ahora se produzca la investidura de Pedro Sánchez.
El momento más peligroso ya paso. Mariano Rajoy declinò ser candidato a la investidura. Imaginar si hubiera aceptado y pone sobre la mesa un borrador de todas estas reforma y además estas son centradas y asumibles por la mayoría del electorado.
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