lunes, 1 de abril de 2013

El frutero

Hoy se ha levantado nuestro frutero, como todos los días, tempranito; qué quien madruga, dios le ayuda.
Como todos los días, ha puesto la radio y ha cambiado varias  veces de emisora.
.- Definitivamente, hoy estamos peor que nunca.-Reflexiona-
Los tertulianos, comentaristas y presentadores de noticias, coinciden en que la política esta corrupta.Esto no tiene remedio; es el imperio de los mediocres y apesebrados.
Es la brocha gorda, el imperio del insulto, del y tu más, sin papeles sin argumentos, es la prueba del diablo para todos.
.- Me prepararé un café, decide.
.- Seguro que esto ha de tener alguna explicación.
.- ¿Necesitaremos como sociedad un resert y comenzar de nuevo?
En estas cavilaciones estaba nuestro frutero cuando hizo una comparación entre la política y su frutería.
.- ¿Cuantas piezas de fruta tengo aquí?. Pensó.
Unas 70.000
Y ¿cuantas se encuentran en mal estado?.
Unas 300.
.- ¿Cuantos políticos hay?
Unos 70.000 y ¿cuantos están acusados de corrupción?.
Unos 300.
Nadie podría decir que esta frutería tiene toda la fruta podrida. -reflexionó-.
.- Entonces ¿porqué con las mismas cantidades el ciudadano piensa que mi frutería va bien y la política va muy mal?.
.- La diferencia soy Yo -reflexionó-.
Cuando encuentro una pieza de fruta en mal estado, la pongo en el cubo de la basura, bien a la vista, para que el ciudadano perciba que las piezas en mal estado no están a la venta.No trato de darles la vuelta para que no se vea la parte mala, no trato de engañarles.Genero y disfruto de su confianza en mi honradez.
Si algún día se llevan una pieza en mal estado, siempre me disculpan, pues saben de mí voluntad de que esto no ocurra y además, se la cambio con gusto.

Conclusión.
En la política los ciudadanos no quieren hacer de fruteros, y las maquinarias endogámicas y carcomidas por el virus de la corrupción orgánica no quieren hacer su trabajo - no hay castigo-.
Se sigue premiando la sumisión, con la ventaja de que si van mal dadas, esta misma maquinaria les proteja.
Los ciudadanos,frecuentemente, confundimos nuestras lealtades.
La lealtad fanática sin dudas, sin preguntas, sin castigo, con adhesión inquebrantable, esta reservada exclusivamente al ámbito deportivo, no a la política o pasa lo que estamos viendo.
En política es mejor apartar a 10 inocentes que proteger un culpable.
Pues la política debe ser una actividad amateur y con vocación de servicio.
Donde las diferentes piezas son fácilmente reemplazables.
Lo que no es reemplazable es la confianza.

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