sábado, 11 de febrero de 2012

Laberinto mariano

Todas las crisis, sin excepción, se convierten en un laberinto, del que no todo el mundo sabe salir.
El último gobierno socialista no supo salir, por no tener suficiente tiempo, por no saber transmitir confianza en el futuro, por no acertar con las ideas adecuadas, o vaya usted a saber.
Como en la mitología, el Minotauro que habita dentro del laberinto, lo devoró y por ende nos devoró a muchos.
Don Mariano -al igual que Teseo- nos convenció de que él y solo él y su grupo dominan las claves para salir del laberinto, después de haber matado al monstruo – la crisis-.
Las causas de que los socialistas se perdieran en el laberinto –según don Mariano- eran claras: mala gestión, despilfarro y una deficiente distribución de recursos –versión P.P. para diluir que era la crisis mundial, propiciada por el sistema financiero hiperdesrregulado-.
El hilo que él ataría a su pie -al igual que Teseo- era claro: bajar impuestos, reformar el sistema financiero, el mercado laboral, distribuir equitativamente la carga fiscal y un largo etc…
No ha empezado a entrar en el laberinto y algunos ya estamos asustados. La hebras del hilo se empiezan a romper y para reforzarlo, contrarreforma y demagogia.
Pues mal camino llevamos.
En los próximos lustros podemos asistir a una contrarreforma detrás de otra.
.-Que tú quieres el aborto por supuestos, yo por plazos –como en todos los países avanzados, y tú no eres más conservador que el partido Republicano-.
.-Que tú quieres que el consejo del poder judicial sea reformado sin consenso, pues los demás haremos lo mismo, -si tiene que ser elegido por el mundo de la judicatura, que participen todos, no solo los jueces y con unas normas claras-.
Y lo más grave, nos preguntamos:
¿La contrarreforma servirá para derrotar al Minotauro?.
No, dirás tú, don Mariano.
Y piensas: mientras todo el mundo mira la contrarreforma, no se fija en que no teníamos hoja de ruta para salir del laberinto.
Ganamos tiempo y con suerte mejora el entorno y salimos sin perder el poder de nuevo.
No comentas, don Marino, que la hoja de ruta que manejabas era la misma que el Sr. Aznar.
Ahora deberíamos de crecer al 1%, tener derrotada la crisis y gestionar un futuro prometedor.
La aureola de buen gestor te acompañaría de por vida.
Hasta ahora, y visto lo visto, toda la carne la estamos poniendo los trabajadores.

1 comentario:

  1. Como siempre, Sr. Ripoll, ha dado en el clavo.
    No se puede decir definir mejor la situación actual.Veremos como termina todo.

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