Tonto útil

¿Que es un tonto útil?
La definición más extendida es la siguiente:
Tonto útil es una expresión política generada en los escritos de Carlos Marx y describe a personas que al luchar por un ideal, pueden trasformarse en instrumentos de otros grupos políticos.
Se refiere a personas que colaboran involuntariamente con los intereses de terceros.

Puede ser empleado para designar a personas que colaboran con cambios, reformas o revoluciones lideradas por otros o personas que mantienen un sistema que no les beneficia.
En esta categoría de tonto útil no entran los mercenarios de la pluma. Estos trabajan al servicio de quien les paga, ensalzando sus virtudes, -si no hay muchas, se la inventan- disimulando, cuando no ignorando, sus errores.
Trasforman actitudes cotidianas, en actos de valor inhumano.
Como todo mercenario, incivilizado y cruel, despótico con todos, y como la educación recibida fue olvidada, basa su actuación en el desprecio del prójimo y el ensalzamiento del que paga.
Son fáciles de reconocer: sus rentas y nivel de vida no soportan el más mínimo análisis.
Terminan casi siempre, como todos los mercenarios. Véase el caso del  Sr. Matas -que pagaba con dinero público- y el Sr. Antonio Alemany, condenados los dos, por ladrones.
Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar.
Bueno, uno se lanza y se le termina yendo la pinza. Hablábamos de tontos útiles.
Históricamente, los tontos útiles de la izquierda, han sido los grupúsculos de extrema derecha.
A la inversa, los de la derecha, son grupúsculos de extrema izquierda.
Si, si, estos muchachos anti-sistema, infiltrados en manifestaciones pacificas, que lo único que consiguen con su violencia, es que mucha gente se asuste y no vaya por miedo a las algaradas.
Cierto es, y aquí no citaré a los alborotadores profesionales, que cobran de intereses concretos, por hacer cosas concretas.
Raro es que una secuencia consecutiva de sucesos de esta índole, no lleve a quien corresponda a tomar cartas en el asunto y dediquemos miles de horas y tinta a ensalzar o criticar sucesos muy menores, con respecto a los derechos individuales y colectivos que coarta la violencia ejercida al amparo de manifestaciones pacificas.
Ahora podemos descifrar entre todos, si son muchos o  pocos los alborotadores, si proceden de Italia, si son anarquistas de nuevo cuño, si son profesionales pagados u otras muchas cosas.
Socialmente en estos momentos perjudican gravemente la imagen del ciudadano que quiere protestar pacíficamente.
Muchos meses pasaron las plataformas religiosas vinculadas al P.P., manifestándose y no hubo nunca un incidente, ¿porque ahora sí y la policía no pueda pararlos?.
Es posible que en el ánimo simplón de algunos analistas, quede el decir que la izquierda es violenta por naturaleza o que ya le va bien a según quien, que esta violencia exista.
Lo que no esta bien, es que quien gobierna ahora, ejerza de seis pesetas y no pare la violencia o de explicaciones convincentes.
Ustedes no cambiarán de política y están en todo su derecho, pero garanticen el derecho de protesta pacifica a los que no están de acuerdo con Ustedes.
O terminarán por romper definitivamente las reglas de juego y todos perderemos.